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sábado, 26 de marzo de 2016

CRÍTICA SILENT HILL (2006), POR ALBERT GRAELLS

SISTEMA DE CALIFICACIÓN: ☆ MALA BUENA MUY BUENA EXCELENTE

Hay muchas cosas de qué hablar a la hora de evaluar una película como "Silent Hill". El arriba firmante juzgará "Silent Hill" como película de terror que es, y no como adaptación de un videojuego.

Hay un tipo de personaje en la cinematografía que tiene dos características. La primera es que actúa fuera de toda lógica y sentido común, hace absolutamente todo lo contrario de lo que haría alguien con sentido común y con una mínima lógica. Y la segunda es que este tipo de personaje no hace ni caso de lo que se le dice para salvarle la vida o para no empeorar las cosas. Se le dice qué tiene que hacer o qué no debe hacer para evitar empeorar las cosas, y hace lo que le sale sin consultar con nadie, lo que se le dice le entra por un oído y le sale por el otro. La protagonista de esta película es este tipo de personaje.

La protagonista es una madre, Rose, cuya hija adoptiva, Sharon, es sonámbula y tiene pesadillas con un lugar llamado Silent Hill, que resulta ser un pueblo minero que fue evacuado después de un incendio, que treinta años después aún perdura y deja todo el pueblo bajo un manto perpetuo de cenizas y polvo. La madre, en lugar de llevar a su hija al psicólogo para que le receten una medicación contra el sonambulismo y la ayuden a que deje de tener estas pesadillas, que es lo que haría cualquier madre responsable, en vez de eso lleva a su hija a Silent Hill, un lugar tenebroso y fantasmagórico, donde el aire que se respira no es menos tóxico que el de Chernobyl, y en el que todas las personas que se han adentrado han desaparecido y no se ha vuelto a saber de ellas. No sólo eso, sino que además lo hace a espaldas de su marido Christopher (Sean Bean), que la instó a que no fuera a ese lugar porque es peligroso para la niña. Un ejemplo de buena madre y esposa.

Por el camino Rose se cruza con el oficial de policía Cybil Bennet, que la insta a detenerse, ya que la carretera que conduce a Silent Hill está deteriorada después de treinta años cortada y el desgaste del asfalto podría hacer que tuviera un accidente. Rose, como es un personaje del tipo antes descrito, no hace caso, oponiendo resistencia a la orden de un agente de la ley, y yendo por la carretera que conduce a Silent Hill a toda velocidad, poniendo en riesgo la vida de su hija. ¿Qué es lo que pasa? Que Rose tiene un accidente con el coche y su hija desaparece.


Rose y la agente Bennet se unen para buscar a la niña, y no tardan en descubrir que están atrapadas en el pueblo, del que no pueden salir. No sólo eso, sino que el pueblo está infestado de deformes criaturas extrañas, horribles y peligrosas que se desviven por matarlas. Rose, actuando con toda lógica, huye de la custodia de Bennet, la única persona que puede protegerla y que puede ayudarla a encontrar a su hija. Sólo cuando en esta pesadilla infernal que es Silent Hill estas criaturas intentan matarla de forma horrible, y la agente Bennet le salva la vida por segunda vez, es cuando Rose se da cuenta que necesita la ayuda y protección de Bennet, aunque en ningún momento se lo agradece.

Rose y Bennet se encuentran con uno de los habitantes humanos atrapados en Silent Hill, una mujer que busca provisiones (Rose le quita un cuchillo a la mujer sin pedirle permiso ni nada, y luego le pierde el cuchillo tirándolo desde lo alto de un edificio, un recurso narrativo que no sirve de nada y que por tanto sobra). La mujer les dice a Rose y a Bennet que deben refugiarse en la iglesia del pueblo antes de que aparezcan las criaturas, y la mujer y Bennet corren hacia la iglesia, pero Rose se entretiene estúpidamente mirando los pajaritos, poniendo en riesgo la vida de Bennet y la de la mujer. Bennet y la mujer arrastran a Rose a la iglesia casi a la fuerza, ya que Rose se resiste porque sigue empeñada en perder el tiempo y arriesgar la vida de todos para mirar los pajaritos. Al final Rose consigue su objetivo de hacer que maten a la mujer, que es atrapada por un criatura que lleva puesta en la cabeza una maqueta de una nave imperial de Star Wars. Esta criatura le quita la ropa a la mujer, dejándola desnuda, y luego la desolla completamente, tirandole a Rose la piel de todo el cuerpo de la mujer.

En la iglesia se refugia una secta religiosa cuyos miembros llevan treinta años sobreviviendo en el infierno de Silent Hill. La Suma Sacerdotisa de esta secta, junto con algunos miembros vestidos de mineros, guían a Rose y Bennet en el edificio donde se encuentra el vórtice maligno que provoca este ambiente fantasmagórico desde hace treinta años.

Llegan al edificio y hay un enfrentamiento entre los miembros de la secta y las dos mujeres. Rose se mete en un ascensor pero Bennet, que sabe que se ha quedado sin balas y está rodeada por varios hombres armados contra los que no tiene ninguna posibilidad y lo más probable es que la maten, pudiendo salvarse metiéndose en el ascensor y seguir protegiendo a Rose y ayudarla a encontrar a su hija, en vez de eso cierra la puerta del ascensor y se enfrenta a los miembros de la secta, que naturalmente la vencen.


Rose continúa con su itinerario en unos pasadizos subterráneos, y se encuentra con que en uno de los pasillos hay un puñado de enfermeras zombies muy chungas. Lo que tienen estas enfermeras (quietas en unas posiciones muy incómodas), armadas con cuchillos, barras de hierro y navajas, es que se mueven por el sonido, y son muy peligrosas porque al mínimo movimiento brusco cargan todas con sus cuchillos y navajas. Teniendo dos espacios libres relativamente amplios a los lados de las paredes con los que puede rodear a las enfermeras sin riesgo a despertarlas, ¿no va Rose y pasa por en medio? Tiene dos espacios en que se puede avanzar sin riesgo a que las enfermeras la apuñalen, pero no, por cojones tiene que pasar por en medio, entre las enfermeras. Claramente despierta a las enfermeras y de milagro consigue salir entera. La película sigue, pero el arriba firmante no va a explicar el desenlace. La larga sinopsis es sólo para atestiguar que uno de los puntos fuertes de la película no es la lógica argumental de su guión.

El guión es bastante mejorable, muy mejorable de hecho. Algunos diálogos son vergonzosos, y algunas situaciones podrían haberse escrito mejor. El final (que no clímax) no encaja para nada, es inconcluso y no se le ve la lógica.

El director de “Silent Hill”, el francés Christophe Gans, es un muy buen director, es un director que trabaja bien, tiene personalidad, y es detallista. Aunque en "Silent Hill" se aprecia la huella y la firma de Gans, hay que decir que ni esta es su mejor película ni éste es su mejor trabajo. Se echa de menos el esfuerzo y el interés que puso en la célebre "El pacto de los lobos" y su ópera prima, aquella magistral obra de culto que es "Crying Freeman". Aún así el trabajo de Gans en "Silent Hill" no deja de ser destacable, hace un muy buen trabajo.

El elenco de actores ya tiene sus altibajos, empezando por la actriz protagonista, Radha Mitchell. Mitchell, que ya protagonizó otra película de terror (mejor que "Silent Hill") como es "The crazies", no lo hace mal, de hecho su actuación es buena. El problema es que Mitchell no es creíble como madre, le pasa lo que a Ryan Reynolds en "La morada del miedo", no tiene aspecto de ser madre. Sin desmerecer el trabajo de Mitchell, el personaje protagonista lo habría interpretado mejor Kristin Davis, Sela Ward, Diane Lane o Michelle Fairley, que sí son creíbles como madres.


Laurie Holden interpreta a la agente Bennet. Al igual que Mitchell, Holden tampoco lo hace mal, su actuación es buena. El problema es que Holden no es creíble como agente de policía. Entre el uniforme de policía ajustadísimo que lleva, y que en la película la han maquillado y peinado como una modelo de pasarela, más bien parece la fantasía erótica de cualquier adolescente que sueña que una agente de policía lo espose en la cama y lo castigue porque ha sido muy malo.

Pero la actuación más destacable es la de Alice Krige, que interpreta la Suma Sacerdotisa de la secta que sale en la película. Krige se toma en serio su personaje, logra ofrecer un personaje antagonista muy creíble, convincente, con mucha personalidad y muy malo. La interpretación de Krige es la mejor de todas las interpretaciones de la película.

La música no es nada del otro mundo, pero consigue transmitir una atmósfera coherente con el aspecto que muestra visualmente el film.

Precisamente con el aspecto visual que muestra el pueblo de Silent Hill, aunque más bien cabría decir los tres aspectos visuales, es dónde mejor se aprecia el notables trabajo de fotografía. El director de fotografía de “Silent Hill”, Dan Laustsen, hace un trabajo tan brillante que suele ser lo mejor de muchas de las películas en las que trabaja, como "The Possession", "La liga de los hombres extraordinarios" o "El pacto de los lobos". El trabajo de Laustsen en "Silent Hill" es muy interesante.

Más destacable es el diseño de producción; los decorados, la atmósfera, la estética, etc. La ambientación de "Silent Hill" está muy bien trabajada, es una ambientación que transmite miedo (excepto los interiores de la casa de Rose, que son simplemente horribles para esta película). En cuanto a ambientación la película se merece un 10, sin duda. No es sólo las calles del pueblo, sino también los escenarios subterráneos infernales y los edificios abandonados, que son extraordinarios, increíbles y totalmente convincentes. El espectador no se da cuenta que en realidad es un decorado. La película tiene en total 107 decorados diferentes, y cada uno de ellos (excepto los interiores de la casa de Rose) está muy bien diseñado, construido y decorado. Es algo impresionante.

Otra pieza muy importante de la película son los efectos especiales, que tienen un muy buen acabado, con la atmósfera de ceniza que rodea el pueblo, las terroríficas y tenebrosas criaturas que acojonan al espectador (en serio, las criaturas de "Silent Hill" dan auténtico miedo), los efectos de fuego y quemaduras... Pero donde mejor se lucen los efectos especiales es en el sangriento clímax, que es un derroche de digitalización impresionante y muy bien realizado. Están tan bien hechos que el espectador se olvida que está viendo efectos especiales.


En su conjunto "Silent Hill", como película de terror, está bien. "Silent Hill" recuerda bastante la personalidad de la obra literaria de Stephen King, con una atmósfera agobiante, opresora y desesperante en un mundo aparentemente real. Lo que tiene King es que convierte cualquier cosa cotidiana en algo terrorífico, y en "Silent Hill" ocurre lo mismo cuando sale la secta religiosa.

Es oportuno hablar en éste punto de "El cinturón de la Biblia", esa zona de la "América profunda" (el medio-este de Estados Unidos, sus pueblos rurales y montañosos) donde el evangelismo-protestanismo sectario está bastante arraigado por la tradición, a veces de manera tan vehemente que se convierte en extremismo religioso. Dan una cierta inquietud esos pueblos anclados en una geografía alejada y en un tiempo apartado, que parece que sus habitantes no pueden salir y siguen arraigados en unas tradiciones que los mantienen atados a esos pueblos. En cierto modo es como estar aislado del mundo, como rodeado por una enorme cúpula que mantiene cada pueblo como si fuera un universo propio. Las sectas religiosas extremistas en parte ayudan a dar esa sensación, que parece que mantienen cada pueblo ligado a la existencia de una creencia más bien pagana. Y para muchos jóvenes que viven en esos pueblos, vivir en un sitio que reniega tanto de la modernidad y se ancla en el conservadurismo, vivir en un lugar así para ellos debe ser un infierno, como vivir en el infierno. En cierto modo "Silent Hill" es el infierno que esos jóvenes, con ganas de ver mundo, viven al estar condenados a seguir en esos pueblos aislados.

Al igual que muchas de las obras de Stephen King, "Silent Hill" también evoca esto con su ambientación y con sus personajes, y con ello la película consigue una gran sensación de angustia y terror.

En el aspecto técnico la película esexcelente. "Silent Hill" costó 50 millones de dólares y este presupuesto está aprovechado al máximo. La fotografía muy bien trabajada. Los decorados son espectaculares, impresionantes, dejan con la boca abierta. Todo el diseño de producción es alucinante. La película tiene hasta 619 efectos digitales, y todos están muy bien.

En conclusión. "Silent Hill" no es perfecta, ni mucho menos, pero sí es una buena película de terror, notable en cuanto a diseño de producción y técnicamente excelente. Es una película que al espectador no se le olvida a las tres horas, es una película que el espectador va reteniendo en la memoria. La película está realizada con ganas, con trabajo, con dedicación, y ese esfuerzo ha dado como resultado una buena película.

Mi calificación es: